martes, 28 de agosto de 2012

MEDIOS Y COMUNICADORES: nuestra responsabilidad social

Hace días comenzó la serie colombiana “Pablo Escobar: el patrón del mal” en TVN, poco tiempo después de que comenzó en Colombia. Desde que la comenzaron en Colombia y vi todas las informaciones, supe que vendría para Panamá y me dije que la vería. Y la estoy viendo, sin falta. Un poco, más bien, bastante fuerte, pero es una novela historiada o una historia novelada, como lo quieran poner. Y ya sabemos que el sujeto de marras no era precisamente un ser compasivo, por ello murió como vivió, violentamente. En Colombia tuvo rechazo desde que comenzó, igual que acá... porque, según leí de algunos nacionales del vecino país, no es necesaria o no es bueno que se continué en Colombia con esa tendencia de los últimos años a las narconovelas, incluso hubo quien dijo que era exaltar la imagen de un personaje tan nefasto.

Viniendo a Panamá, esta presentación ha generado críticas de los televidentes y lo que parece un acuerdo de los representantes del medio por responder a esas críticas, cuando leemos a periodistas o vemos presentadores de programas haciendo alusión al tema o más bien dando una respuesta que siempre termina en “tú tienes el control”, viniendo desde premisas como “la educación comienza por casa”, “los padres son los responsables de lo que ven los hijos”, etcétera. Lo cual... es cierto. La educación de los hijos inicia en sus padres, en sus familias.

Este tema de TVN y su nueva narconovela trae a colación otro tema ya viejo sobre lo que sale de los medios a la sociedad y siempre quedamos en los mismo, nada cambia, y el descontento de la sociedad, que nos necesita, como nosotros a ella, sigue creciendo. Mientras los medios se defienden y los comunicadores quedamos en medio, pero tampoco aportamos nada en beneficio de la solución. Un círculo vicioso, que a veces se rompe cuando los gobiernos arremeten contra medios y comunicadores, pues la sociedad parece entender que, pese a que no le gusten ciertas cosas nuestras, nos necesita libres.

La gente de los medios, toda, tiene -tenemos- la piel muy sensible a la crítica; por ello, quizás sea saludable la autocrítica. Un ejercicio sano, que no significa despellejarnos para complacer a nadie. Simplemente me parece justo que miremos hacia dentro y analicemos sin demasiada pasión nuestro papel en la sociedad.

Nos hacemos llamar “comunicadores sociales”, “medios de comunicación social”, lo cual implica un enorme compromiso con... la sociedad a la cual servimos y de la cual nos servimos. Tengamos esto último claro... nos servimos de la sociedad.

Entramos a las casas de miles de familias todos los días, a todas horas, con cualquier cantidad de información; peleamos, casi literalmente, por la atención de la sociedad, hacemos de todo para captar esa atención y mantenerla pegada a nosotros el mayor tiempo posible.

Hacemos concursos de todo tipo, regalamos cupones, elaboramos una agenda que incluye, según nosotros, lo más llamativo para que la audiencia y/o los lectores nos den su preferencia.

LOS QUEREMOS con nosotros. Pero a la hora de rendir cuentas por el producto que estamos ofreciendo, nos sacudimos diciendo “cambie el canal”, “gire el dial”, “compre otro periódico”. Aquí en nombre de la justicia y la realidad, debo resaltar, lo que ya sabemos, el medio que mayor influencia social tiene, y va creciendo, es la televisión, ahí no cabe discusión. No obstante, la responsabilidad la reconozco como de todos.

En lo personal, soy sumamente sensible a la crítica a mi trabajo y al de mis colegas o sobre los medios de comunicación, cuando viene de quienes ni trabajan en los medios, ni son periodistas. Pero debo reconocer que es justo mucho de lo que se señala; porque si bien, como decimos hasta el cansancio, la educación comienza por casa, nosotros, repito, estamos metidos en sus casas. No es cuestión de que suelten insultos y acusaciones alegremente en nuestra contra y que nosotros nos rasguemos las vestiduras; es lo necesario, un autoexamen que surja de nuestra propia iniciativa, buscando cumplir con nuestra parte en la sociedad.

Esa sociedad sobre la cual tenemos nuestros ojos permanentemente, y a la cual cuestionamos, valoramos, tratamos de guiar en una u otra dirección. Esa sociedad con la cual, nos guste o no, lo entendamos así o no, tenemos una responsabilidad. Y esa responsabilidad nace del gran poder que tenemos, como decía en las redes sociales hoy día, por eso lo de “cuarto poder”... es real. Quien no lo crea, trate de tener éxito en alguna actividad sin el apoyo constante, permanente, de los medios y su gente, prácticamente imposible.

Pero esa realidad no es solo para que nos enseñoremos, es para usarla bien, y podemos hacerlo. No es la mejor respuesta que, después que pedimos que nos dejen entrar a sus casas, les digamos que nosotros no tenemos ninguna responsabilidad con la educación de sus hijos, a quienes “enamoramos” a diario, cada medio según su propio estilo y oferta. Ni siquiera es conveniente a nuestros intereses que respondamos así. Es como que los educadores digan que no es su responsabilidad si los chiquillos aprenden o no, es su trabajo, su responsabilidad, incentivarlos a aprender; igual que del médico darle al paciente todo el cuidado y atención para que entienda lo importante de seguir su tratamiento.

No debemos pelearnos con nuestra razón de ser, ya sea los comunicadores como profesionales, o los medios como empresas, debemos hacerle sentir que sí vale la pena que nos prefiera, porque cuando le decimos “agradecemos su preferencia” es verdad; pues, comprendemos y hacemos nuestra la responsabilidad social que nos corresponde, como parte de la misma sociedad a la que cada mañana saludamos desde nuestras pantallas, cabinas de radio o portadas de periódicos. Mejoremos la oferta, cambiemos la respuesta; pues, también, somos parte de la sociedad y a ella nos debemos.

Como dice un conocido, así lo veo, así lo digo...

1 comentario:

Anónimo dijo...

A PERSONA QUE ME LO ENVIO ESTA TODAVIA ASOMBRADA DE LO OCURRIDO, YA QUE ELLA DICE QUE LO HIZO POR HACERLO Y QUE PIDIO ALGO QUE CREIA CASI IMPOSIBLE DE LOGRAR PROBEMOS. * Para ti mismo di el nombre de la unica persona del sexo opuesto con quien quieras estar (tres veces...)... * Piensa en algo que quieras lograr dentro de la proxima semana y repitelo para ti mismo(a) (seis veces)... * Piensa en algo que quieras que pase entre tu y la persona especial (que dijiste en el no. 1) y dilo a ti mismo/a (doce veces)... * Ahora haz un ultimo y final deseo acerca del deseo que escogiste. * Despues de leer esto tienes 1 hora para mandarlo a 15 temas y lo que pediste se te hara realidad en 1 semana. A la mayor cantidad de gente a quien lo mandes mas fuerte se hara tu deseo. Si tu escoges ignorar esta carta lo contrario del deseo te sucedera, o esto no sucedera jamas.............. Que tus días estén llenos de logros y tus noches de sueños copia y pega esto en 15 o + temas