martes, 13 de noviembre de 2012

¿Yo periodista?... ¡sí, yo periodista!

Por sobre todas las posibilidades de dedicarme a cualquier otro oficio... porque, después de probarlo, es adictivo... soy periodista.

Pese a todo... al prejuzgamiento; a esa disposición de generalizar cuando se descalifica a todos y todas por igual... y sin derecho a réplica; a los salarios “más o menos”; a la abundancia de conocidos y escasez de amigos; a los comienzos con jornadas interminables; a ciertos jefes... … ...; a los colegas con más edad que se creen los oráculos de las letras... o con menos o igual, que por el medio donde trabajan se creen más que los demás...; al fuego “amigo”; a la hipocresía y resentimientos... Pese a todo esto y lo que me faltó decir... SOY Y MORIRÉ SIENDO PERIODISTA; pues, nada como hacer lo que nos gusta, y que, como ya dijo alguien antes, nos paguen por ello.

Yo no sabía que quería ser periodista, nunca lo pensé, ya lo he dicho antes... solo era una aspirante a escritora... y lo sigo siendo, o cuando más a relatora de cuentos... preferiblemente leguleya titulada, pero nunca periodista... No estaba en mis planes, pero caí poco a poco, al meterme de cabeza en la práctica, sentí esa relación entre mis ideales y la necesidad de otros de tener a quienes, como nosotros, digan lo que a ellos les está vedado o simplemente no se atreven a decir, pero necesitan que se diga... por ello olvidé otros planes y me dediqué de lleno a los estudios y a trabajar... en lo que estudiaba, creo que no he hecho mucho, pero sí he sido honesta en lo que he hecho... Lo vivo, lo amo y todo lo relacionado con el Periodismo, profesionales del Periodismo y los medios me es cercano... propio.

Cuando se ataca a un periodista, aunque sé que no es conmigo ni me atañe de manera personal, me siento agredida; aunque ni siquiera lo conozca... o lo conozca, pero no nos tratemos... porque para mí somos una familia... que otros y otras no lo entiendan así, no me importa. Yo soy yo, por eso me levanto y me expreso airada y no acepto ni perdono a nadie que levante su voz o mano contra uno de nosotros. Primero defiendo al colega, después pregunto si tiene razón... no hago lo contrario. Si le corresponde crítica, lo acepto; pero no dejo solo a un colega por no ensuciarme...

Soy fiel creyente de la autoevaluación, aunque resulte incómoda... pero me molesta, y mucho, que la sugerencia de lo que debemos o no hacer parta de otros fuera de la profesión, que no hacen lo mismo en las suyas. Es necesario que los periodistas nos sentemos en algún momento a evaluar el ejercicio de la profesión, la preparación académica, tanto de las nuevas generaciones como de los que ya tenemos muchos años en esto... nadie termina de aprender todo en una sentada; además, la situación laboral, las relaciones con los empresas para las cuales laboramos; nuestros gremios; nuestro compromiso con la sociedad, nuestro papel como parte de ella y como sus voceros.

La unidad es de trascendental importancia para el gremio, debemos enfocarnos hacia ella...

Dirán quienes me leen, ¿y qué de la libertad de información y expresión?... Debemos fortalecernos como gremio para seguir haciendo esa lucha por el derecho de nosotros a hacer nuestro trabajo y de todos, de la sociedad a la cual pertenecemos, a la libre expresión. No es secreto que se han dado arremetidas contra medios de comunicación y periodistas, lo que pone en peligro el derecho a informar y ser informados, situación que no se puede ignorar, porque atenta contra ese sistema democrático en el cual queremos vivir.

Deseo a todos mis colegas lo mejor hoy... y siempre, que logremos esa unidad que todos queremos; pero, trabajemos por ella...