martes, 30 de junio de 2009

Las expectativas de ese 60%..., (ante un nuevo gobierno en Panamá)

(Publicado en La Estrella de Panamá -www.laestrella.com.pa- el 1 de julio de 2009)

DORIS HUBBARD-CASTILLO

... se convierten hoy en las expectativas de todos los panameños. Y así lo deben entender el presidente de la República entrante y su equipo de gobierno. Nada nuevo que inventar... todos sabemos lo que está pendiente de conclusión, desde hace mucho, y lo que hay que comenzar para que el país de todos avance redituando justamente a todos los sectores los frutos de ese avance.

No estoy de acuerdo con que el gobierno que terminó ayer no hizo nada, porque de ser así estaría el país varado, lo que pasó —a mi humilde entender— es que hubo problemas —que tampoco son nuevos— que no encontraron solución y por ello se han agravado, como el tema de la educación y la seguridad. Además, aunque se mejoró lo que los expertos llaman macroeconomía, se percibe que hubo un maquillaje a la pobreza y pobreza extrema; que se echó mano del paternalismo, olvidando que dar el pescado sin enseñar a pescar, es pan de hoy y hambre para mañana y si el nuevo gobierno sigue con lo mismo tendremos un Estado pagando pensiones alimenticias vitalicias a un pueblo que sobrevive en un círculo vicioso de dependencia estatal, por falta de políticas educativas y económicas que impulsen, de manera sostenida, el desarrollo integral de la Nación.

Hay que hacer un balance justo de lo que ha pasado en Panamá, no solo en los últimos cinco años, sino más atrás, porque la realidad que tenemos hoy es de arrastre, decir lo contrario es solo politiquería, además, injusto. Al hacer ese análisis debemos escoger lo bueno y aprender de los errores, para poder avanzar sin improvisaciones, sin pensar solo en la simpatía de los electores y sin creerse que los resultados electorales son una carta en blanco para hacer lo que se antoje. El gobierno es solo nuestra Junta Directiva y si no nos gusta su trabajo, pues, el periodo es de cinco años...

Hay tanto que seguir haciendo, como expectativas. Sin embargo, no debemos cifrar las esperanzas en discursos de toma de posesión, menos en promesas de campaña, lo que debemos esperar es trabajo comprometido con todos nosotros, además de honradez, pero no solo en los 100 primeros días, sino en los 1826.2 días que durará el nuevo gobierno. El voto de confianza ya les fue dado, ahora... a trabajar!