jueves, 25 de septiembre de 2014

#‎VidaComún‬ De... "Cáusticos"...

Una crítica mezclada con un Mea culpa, aunque no creo ser taaaannnnn pecadora en esto, jajaja.
Bien... les hago estos comentarios por otros que he estado leyendo y escuchando y que me tienen hasta asustada y pienso que debemos corregir... incluso, me tienen agotada...

Me sorprende que gente que se vende como "intelectual", a otro "nivel humano", casi "supra", que incluso se permite señalar que Panamá es menos que una aldea plagada de seres de la más básica condición -caricaturas de la intención de ser Homo sapiens- y que ni el más ilustre de nuestros ciudadanos está a su altura, no pueda aportar "algo" positivo a los debates sobre los diferentes temas del país.

En cambio, promueve el insulto, la diatriba, la intolerancia, dizque porque es la más cáustica, presumo atrevidamente que para lograr que otra gente, que anda en busca de válvulas de escape a sus frustraciones, sus rabias y sus odios, le den muchos "like", porque se siente identificada con sus palabras llenas de acidez descalificativa de todo el que no piense y/o exprese como ella.
Sinceramente, si tuviera el nivel intelectual que, según esa gente no tengo, por ser parte de este bello pueblo al que no pocas veces ofende con sus sentencias peyorativas, trataría de aportar "algo" bueno, a ver si logro que esta tierra llena de inferiores donde nací llegue a estar a mi altura; pero haciendo florecer lo mejor de la gente, no la basura emocional que todos llevamos en algún momento y que, si no sabemos cómo manejarla, nuestras miserias humanas terminan por convertirse en lo más importante de lo que damos a los demás.

En el calor de los temas se nos pueden salir expresiones un tanto fuertes, me pasa, ya saben, pero no siempre cabe estar en eso ni mucho menos insultando a todos y por todo. Una "cosa" es soltar un carajazo de vez en cuando y otra es insultar a la gente, al país, a todo el que hace o dice algo que no nos gusta. Dios sabe las veces que he borrado lo que me nacía decir, no por miedo, sino por considerar que podía decirlo de mejor manera, o que ya había agotado mi ración de carajos mensual. A veces prefiero no decir nada, porque lo único que me salen son sapos y culebras. ¡En serio! Díganme que no les ha pasado.

Pero de repente los mareo con mi romance de canciones, poemas y frases que me "robo" por ahí, pero esa gente de que hablo nunca dice nada bonito... de nada ni de nadie... ¡qué pereza!... ni de uno de nuestros bellos amaneceres.

Generalmente no le doy valor a esos comentarios llenos de descalificaciones, insultos e innecesariamente venenosos que incluso pueden ser generadores de violencia, pero llega el momento en que terminan por hartar a la persona más pacífica, que ¡les juro que no soy yo! Y comienza una a elucubrar alelazones y, como es mi muro -jajaja-, pues lo escribo, por si alguien lo quiere leer.

Soy como soy, así que ya saben que no me importa que a quien le quede el saco se moleste y arremeta contra mí. Lo cual no me sorprendería, porque es su condición.

Lo sorprendente sería ver un cambio positivo, lo cual no quiere decir que debemos dejar de decir lo que pensamos y sentimos, pero hay muchas maneras de decir las "cosas" sin convertirnos al ciento por ciento en combustible para las hogueras. No puede ser que nunca, nunca, tengamos una palabra amable, algo bueno que decir de algo o alguien... yo puedo hacer listas... y eso que no soy una perita en dulce precisamente.

Siento que hice algo mejor cuando logro que la gente analice con criterio, argumentos (aunque no los comporta), pero siempre con respeto.

Insultar, agredir es fácil, generar un debate de altura y mantenerse ecuánime, eso sí es difícil -si lo sabré yo, que soy apasionada al máximo- y es allí donde demostramos que, si no somos los grandes intelectuales, al menos somos buenas personas, gente bien intencionada a la que en verdad le interesa aportar para hacer de este mundo un lugar mejor al que encontramos cuando entramos en él.

Hasta aquí la descarga... espero que alguno haya leído hasta este punto. Al que lo hizo, le regalo todas las rosas blancas que nos dijo Martí que cultiváramos para "el amigo" o "el cruel enemigo" -----<@ No tengo esperanzas de que siquiera cinco lo lean, mucho menos de que alguno comparta mi opinión ni mucho menos de que diga "algo"... pero bueno... uno que lo lea bastará... creo, sobre todo porque ya estoy acostumbrada a que de mis más de 700 contactos aquí muy pocos dicen ese "algo" tan anhelado cuando nos tomamos el trabajo de escribir. 25/9/2014 - 1:23 a.m.