Una crítica mezclada con un Mea culpa, aunque no creo ser taaaannnnn pecadora en esto, jajaja.
Bien... les hago estos comentarios por otros que he estado leyendo y
escuchando y que me tienen hasta asustada y pienso que debemos
corregir... incluso, me tienen agotada...
Me sorprende que gente
que se vende como "intelectual", a otro "nivel humano", casi "supra",
que incluso se permite señalar que Panamá es menos que una aldea plagada
de seres de la más básica condición -caricaturas de la intención de ser
Homo sapiens- y que ni el más ilustre de nuestros ciudadanos está a su
altura, no pueda aportar "algo" positivo a los debates sobre los
diferentes temas del país.
En cambio, promueve el insulto, la
diatriba, la intolerancia, dizque porque es la más cáustica, presumo
atrevidamente que para lograr que otra gente, que anda en busca de
válvulas de escape a sus frustraciones, sus rabias y sus odios, le den
muchos "like", porque se siente identificada con sus palabras llenas de
acidez descalificativa de todo el que no piense y/o exprese como ella.
Sinceramente, si tuviera el nivel intelectual que, según esa gente no
tengo, por ser parte de este bello pueblo al que no pocas veces ofende
con sus sentencias peyorativas, trataría de aportar "algo" bueno, a ver
si logro que esta tierra llena de inferiores donde nací llegue a estar a
mi altura; pero haciendo florecer lo mejor de la gente, no la basura
emocional que todos llevamos en algún momento y que, si no sabemos cómo
manejarla, nuestras miserias humanas terminan por convertirse en lo más
importante de lo que damos a los demás.
En el calor de los temas
se nos pueden salir expresiones un tanto fuertes, me pasa, ya saben,
pero no siempre cabe estar en eso ni mucho menos insultando a todos y
por todo. Una "cosa" es soltar un carajazo de vez en cuando y otra es
insultar a la gente, al país, a todo el que hace o dice algo que no nos
gusta. Dios sabe las veces que he borrado lo que me nacía decir, no por
miedo, sino por considerar que podía decirlo de mejor manera, o que ya
había agotado mi ración de carajos mensual. A veces prefiero no decir
nada, porque lo único que me salen son sapos y culebras. ¡En serio!
Díganme que no les ha pasado.
Pero de repente los mareo con mi
romance de canciones, poemas y frases que me "robo" por ahí, pero esa
gente de que hablo nunca dice nada bonito... de nada ni de nadie... ¡qué
pereza!... ni de uno de nuestros bellos amaneceres.
Generalmente no le doy valor a esos comentarios llenos de
descalificaciones, insultos e innecesariamente venenosos que incluso
pueden ser generadores de violencia, pero llega el momento en que
terminan por hartar a la persona más pacífica, que ¡les juro que no soy
yo! Y comienza una a elucubrar alelazones y, como es mi muro -jajaja-,
pues lo escribo, por si alguien lo quiere leer.
Soy como soy, así
que ya saben que no me importa que a quien le quede el saco se moleste y
arremeta contra mí. Lo cual no me sorprendería, porque es su condición.
Lo sorprendente sería ver un cambio positivo, lo cual no quiere decir
que debemos dejar de decir lo que pensamos y sentimos, pero hay muchas
maneras de decir las "cosas" sin convertirnos al ciento por ciento en
combustible para las hogueras. No puede ser que nunca, nunca, tengamos
una palabra amable, algo bueno que decir de algo o alguien... yo puedo
hacer listas... y eso que no soy una perita en dulce precisamente.
Siento que hice algo mejor cuando logro que la gente analice con
criterio, argumentos (aunque no los comporta), pero siempre con respeto.
Insultar, agredir es fácil, generar un debate de altura y mantenerse
ecuánime, eso sí es difícil -si lo sabré yo, que soy apasionada al
máximo- y es allí donde demostramos que, si no somos los grandes
intelectuales, al menos somos buenas personas, gente bien intencionada a
la que en verdad le interesa aportar para hacer de este mundo un lugar
mejor al que encontramos cuando entramos en él.
Hasta aquí la
descarga... espero que alguno haya leído hasta este punto. Al que lo
hizo, le regalo todas las rosas blancas que nos dijo Martí que
cultiváramos para "el amigo" o "el cruel enemigo" -----<@ No tengo
esperanzas de que siquiera cinco lo lean, mucho menos de que alguno
comparta mi opinión ni mucho menos de que diga "algo"... pero bueno...
uno que lo lea bastará... creo, sobre todo porque ya estoy acostumbrada a
que de mis más de 700 contactos aquí muy pocos dicen ese "algo" tan
anhelado cuando nos tomamos el trabajo de escribir. 25/9/2014 - 1:23
a.m.
jueves, 25 de septiembre de 2014
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