martes, 16 de mayo de 2017

Reformas electorales - Antiguo editorial que cambio hoy, 16 de mayo de 2017.

Reformas electorales

Se impone que desde ya comiencen los sectores que siempre están interesados en lo que pasa en el país y las soluciones a los problemas que nos afectan a discutir y promover las reformas electorales que se requieren con carácter de urgencia. Ya terminó el calendario electoral del 2014, esperemos que nadie presente impugnaciones o que, si alguien las presenta, no tengan ningún sentido y no sean acogidas. Pero mientras esperamos a que el Tribunal Electoral declare oficialmente cerrado el proceso electoral, podemos reunirnos, proponer, discutir las reformas que consideramos necesarias para que nuestros torneos electorales sean lo más puros posibles. Una aberración que hay que corregir es esa que permitió a candidatos impugnados por el uso de recursos del Estado en sus campañas volver a participar en las elecciones, dando como resultado que varios de estos personajes salieran electos, lo cual representa una burla a la justicia, al sistema democrático. Es de esperar que en el nuevo proceso de reformas no se impongan intereses de partidos ni grupitos, debe prevalecer el interés nacional por un proceso electoral siempre digno, justo, honesto.

viernes, 12 de mayo de 2017

Hermanos venezolanos en Panamá, ¡así no!

Bien, he estado pensando mucho antes de referirme a este tema, porque me incomoda muchísimo, pero siento que debo decir "algo".

Primero, yo no tengo temor en manifestar que, si bien alguna vez creí en el mensaje latinoamericanista de Hugo Chávez, ya no y menos en la deformación total de ese primer mensaje que son Nicolás Maduro y compañía.

Y sí opino al respecto, y con todas mis fuerzas, y tengo una posición inquebrantable sobre esa situación tan censurable que se impone al pueblo venezolano, porque, gracias a la clase política latinoamericana fallida, a lo que no es ajeno Panamá, regímenes como el de Venezuela son un riesgo real para toda la región, porque falsos mesías que se aprovechan del descontento de los pueblos pueden llegar a convertirse en gobernantes en cualquiera de nuestros países, como ya hay varios que sin llegar a la situación extrema de Venezuela, se le arriman muchísimo.

Creo firmemente en que los pueblos latinoamericanos -y nuestros Gobiernos- no debemos mirar para otro lado cuando de defender la democracia se trata. Cada uno de nuestros pueblos tiene sus propios problemas, eso ya lo sabemos, y el de Panamá, pues definitivamente que tiene muchísimos, comenzando con la corrupción que ha embarrado a mucha gente y por la que todos los días nos dan una nueva sorpresa. No obstante, como dije, no podemos ni debemos hacernos de ojos ciegos ni oídos sordos ante lo que sucede a otros pueblos, porque “eso se pega”, ¡pueden jurarlo! Así que no es solo por apoyar al pueblo venezolano o a cualquier pueblo en circunstancias similares, es también por nosotros mismos.

Sin embargo, cuando abrimos –o abrieron en nuestro nombre, pero sin preguntarnos ni avisarnos- las puertas a quienes por las razones que sean decidieron dejar su país, hablando en este caso específico de Venezuela, esperábamos que vinieran a trabajar, estudiar, hacer sus vidas, ya sea de manera temporal, semipermanente o permanente, pero con respeto a nuestro país, a nuestra forma de vida, a nuestras reglas.

Nosotros no tenemos que adoptar su estilo de vida, estamos en nuestro país, y si mal no recuerdo el dicho es “cuando fueres a Roma, haz lo que vieres”, no “cambia lo que vieres”. El pueblo panameño tiene su muy auténtica forma de ser, entre esa “forma de ser” está el saber convivir con gentes de todos lados. Siendo un punto de encuentro o puente de paso, los extranjeros no nos son extraños y la prueba está en la diversidad de comunidades de diferentes naciones que aquí están y con las que convivimos en total paz y armonía.

Una de nuestras principales características es que, aunque nos digamos nuestras verdades, las ideas, las elecciones y opiniones son respetadas y peleamos porque así sea; pues, mucha sangre, dolor y lágrimas nos costó nuestra imperfecta democracia, aquí, pese a algunos extremistas del patio, que en todos lados hay, en gran mayoría respetamos la libertad de pensamiento, opinión y expresión, así como el derecho a pertenecer a grupos políticos o religiosos o del tipo que sean, “sin que se nos moleste por ello”. Y cuando algún nacional, sea de la sociedad civil o gobernante, se va contra esos principios, le cuestionamos de frente su irrespeto.

Yo no apoyo ni con mi sola presencia un acto en favor de Nicolás Maduro, pero ni por ser panameña y estar en mi pleno derecho de oponerme, EN MI TIERRA, MI PAÍS, se me ocurre tratar de boicotear un acto en su favor; Y MUCHÍSIMO MENOS en la Universidad de Panamá, bastión del libre pensamiento, nuestra principal casa de estudios superiores, uno de nuestros bienes más preciados.

No hay nada que justifique la acción del grupo de venezolanos que irrumpió en la Universidad de Panamá. No me importa quiénes eran los invitados, no me importa si el motivo de la reunión me hizo achurrar la nariz cuando me enteré, pues, pese a que algunos de esos grupos que apoyan al Gobierno madurista se han metido conmigo por cuestionarlo, yo no copiaría tales conductas, porque es precisamente contra lo que se lucha: la intolerancia, madre de tantos crímenes de odio.

No voy a decir que tengo muchísimos amigos o conocidos cercanos venezolanos, porque no los tengo, pero sí tengo algunos (así como de otras nacionalidades) y los aprecio, respeto y quisiera que fueran felices aquí o en su país o donde sea, como se lo deseo a todo el mundo, en especial a quienes conozco; pero me mueve a expresar mi solidaridad el sufrimiento de un pueblo hermano, al que considero que no podemos dejar solo, pero a cuyos miembros residentes en Panamá debemos exigirles respeto por nuestro país, nuestro pueblo, nuestra idiosincrasia, nuestras reglas y leyes.

Para mí es impensable -aunque me desquicien algunas situaciones relacionadas con la migración, como el desorden y descontrol del proceso en sí, algunos irrespetuosos, etc.- sostener una expresión de rechazo a nadie que venga a mi país, pero también es impensable que en nombre de la solidaridad se le va a dar contra a mi pueblo en su propia tierra.

Hermanos venezolanos: Lo del miércoles fue el acto de un grupito, pero hizo daño a todos y esa no es la idea. Respeto, respeto, es lo que se espera, además de que aporten al desarrollo del país que les ha dado acogida. No diré que “con los míos, con razón o sin razón”, pero hay acciones inaceptables y esta del miércoles es una de ellas. ¡Así no es la cosa! NO.

miércoles, 25 de enero de 2017

El reto de hoy...

Hoy hay una concentración que he interpretado como protesta contra la corrupción e impunidad... no es contra el Gobierno, mucho menos contra nuestro sistema de justicia, carente de recursos suficientes para cumplir con su misión, es contra esa "aparente" parsimonia, el amiguismo, el favoritismo del que no pocos hablan... contra, repito, la impunidad, demandando certeza de castigo, JUSTICIA.

Y, es un reto que sinceramente espero superemos. Pues confío en que una inmensa cantidad de panameños y extranjeros que de verdad quieren a este país como suyo se van, nos vamos, a reunir, sin banderas políticas y sin malsanas intenciones de aprovecharse del descontento general por la gran cantidad de casos de corrupción que nos está aplastando para gritar muy alto: ¡Basta ya de atentar contra mi país!

Para mí es la oportunidad de decirle a los que toman decisiones en nuestro nombre que estamos esperando que, respetando el debido proceso, en este país las cosas comiencen a caminar como debe ser, con las leyes y la Constitución, aunque necesite reformas o hacerla nueva, pero es la que tenemos, en la mano.

Los que vemos desde lejos la danza de millones que cruzan los mares o simplemente desaparecen de las arcas del Estado, no somos culpables directos, pero sí indirectos si seguimos callando, mirando para otro lado y dejando las luchas a unos pocos, cuando es responsabilidad de todos por igual cuidar la nación y ser vigilantes de que las autoridades elegidas por el voto popular y las que son elegidas por "el dedo" de los elegidos vía el voto popular (válida la cantinflada), cumplan con su deber o que abran paso a quienes en verdad estén dispuestos a hacer el trabajo como debe ser.

El caso Odebrecht es solo la punta del iceberg, la corrupción en nuestro país es de vieja data y muchos de los corruptos de antes están con los de ahora revueltos y manipulando, ensombreciendo, distrayendo para que sigamos mirando para otro lado mientras ellos se enriquecen a costillas del país de todos. No creo en persecuciones sin fundamento para complacer a los que claman justicia, pues lo que se logra es cometer más injusticias, encima que solo aparezcan unos cuantos chivos expiatorios que le lavan la cara a otros sinvergüenzas que se han beneficiado más y que pasan bajo la puerta como ratoncitos, sin que nadie les pise la cola siquiera.

Ojalá hoy superemos el reto, pero no para romper un récord, no para ganarle a República Dominicana en convocatoria, sino para demostrar que en verdad el pueblo panameño, además de estar harto de la corrupción, no está dispuesto a seguir siendo cómplice con sus votos en las urnas y con su indiferencia a lo que sucede con los bienes del Estado.

Nos vemos más tarde...

martes, 24 de enero de 2017

Reiniciar...

Uno de los grandes retos que enfrentamos los que nos hemos dedicado a esto de ser periodistas -y encima, opinólogos- es la página en blanco frente a la variopinta temática nacional e internacional.

Aunque muchos lo duden, cuando se está expuesto a tanta información, como lo estamos la gente de los medios, se genera un estado de permanente estrés por buscar las respuestas a las preguntas que todos nos hacemos, pero que los que están enfrente esperan que nosotros los ayudemos a encontrar.

Por eso a veces nos tomamos nuestro descansito, aunque hoy, con esto de las tecnologías, tenemos el escape de las redes sociales, donde en 140 caracteres o en un par de párrafos soltamos unas cuantas cápsulas de opinión que, aunque no sean mentiras, al menos no en mi caso, nos aliviana el no tener que profundizar.

Mas, ya llega el momento en que extrañamos el sentarnos en serio frente al teclado para producir algo más concreto y de tanto tema que hay, como decía al comienzo, pues hay que elegir unos para reiniciar y por supuesto, lo más cercano es lo que nos toca "mirar" primero.

Si la busco, la encuentro, pero al vuelo no recuerdo la fecha en que abrí este "blog" que tengo súper descuidado, por varias razones, pero ahorita no vienen al caso, así que mejor me dedico a buscar, rebuscar y darle actualidad a este mi espacio, donde nadie me puede decir si firmo o no o que no puedo firmar por tal o cual razón, pues aquí todo lo que sale, aunque no esté mi nombre bajo el título, es mío; espero que nadie me vaya a "hackear" y comience a meter "fakes" en mi nombre.

Aunque, quienes me siguen conocen mi estilo, muy personal, así que si ven algo que quiere parecerse a mí, pero no lo logra, me avisan. Procuraré mantenerme escribiendo, aunque sea dos veces por semana.

Reiniciamos... ... ...