jueves, 31 de enero de 2013

Metrobús

Un sueño convertido en pesadilla es lo que tenemos en este nuevo sistema de transporte llamado Metrobús, que no termina de emparejarse con las necesidades de la población usuaria.
No hay manera de que se establezcan los tiempos y la cantidad de unidades según nuestra idiosincrasia y demanda. Los que administran deben entender que, si bien hay costumbres que se pueden modificar, como la mala de no querer caminar ni una cuadra, lo cual es hasta saludable, hay otras, como los horarios de entrada y salida de casa al trabajo y viceversa, que no dependen del todo de los usuarios, sino de los sectores comerical, industrial y educativo. El servicio TIENE que adaptarse a las necesidades de los usuarios, no los usuarios al sistema.

Es necio que empresa y representantes del gobierno insistan en decir, cada vez que se hacen señalamientos por las cada vez mayores fallas del sistema, casi de paquete, que este sistema es mejor que el viejo. Sí, pero no es ni cercanamente fiel a lo prometido, ¡muchísimo menos perfecto!

Además de que comenzó con las cargas disparejas, las cuales supuestamente se emparejarían en el camino, a medida que han ido pasando los meses hemos visto cómo se ha ido deteriorando, quedando en entredicho aquello de “cómodo, seguro y confiable”. Definitivamente, es mejor que los innombrables del viejo sistema, quien, como yo, haya usado toda su vida el viejo, excepto raras excepciones, lo puede decir. Por ello entro casi en pánico cuando por algún motivo me veo forzada a tragarme mis palabras y volver a ocuparlos, pero por ello también podemos decir que lo actual, que supera en calles el anterior, que aún no termina de morir, tiene fallas que amenazan con su efectividad total.

Pero es que "lo que mal comienza"... no quiero decir “mal termina”, porque tengo la esperanza de que no “termine”, pero sí renquea, y eso es lo que está pasando con el Metrobús, moléstese quien quiera, renquea por varios motivos.


Como ya dije, los tiempos y cantidades de unidades no están de acuerdo a las necesidades de los usuarios; no hay orden en las paradas, ni siquiera hay buenas paradas; hay una evidente falta de mantenimiento; y, encima, nos obligan a pagar por adelantado un servicio que en las noches, domingos y días nacionales es muy escaso. Como si fuera poco, unos operadores con los que no se ponen de acuerdo, a los cuales les hicieron muchas promesas que no les cumplen. Pero, según me han informado, traen extranjeros, más, que tienen todo lo que pueden apetecer los nacionales, siendo que el sistema se sostiene con dineros de todos los panameños, por lo que los primeros beneficiados deben ser los panameños.

En lo personal, puedo decir que un salario de 800 dólares mensuales no es que sea la gran solución en este país, en donde todo sube más y más, menos si es un solo salario en casa. Sacando seguro social, seguro educativo, pagos de casa, agua, electricidad, comida, no es mucho lo que queda para otras necesidades como ropa, calzado, etcétera. Por lo que el problema es en realidad que aquí la escala de salarios a los profesionales no va de acuerdo a la experiencia y preparación académica, sino a la conveniencia de los empleadores, sindicatos y gremios.

Metrobús, es un gran proyecto, que ojalá fuera nacional, pero da temor que, dado que aparentemente todo se lo quieren dar a extranjeros, que desconocen nuestra idiosincrasia y que vienen aquí a que nosotros nos amoldemos a ellos, amén de que se llevan la plata, tengamos un problema de la capital regado por todo el país. Sigo después...