domingo, 27 de marzo de 2011

El camino a la Constituyente (II)

El camino que queremos quienes estamos convencidos de que no es suficiente hacer "reformas" es la Asamblea Constituyente Paralela, la cual está contemplada en la Constitución Política de la República, que, aunque no nos satisface, por lo menos, nos da las herramientas para hacer lo que consideremos necesario para reformarla o cambiarla...

Hay tres formas de convocar la Asamblea Constituyente, según el artículo 314 de la Carta Magna. A saber: "Podrá adoptarse una nueva Constitución, a través de una Asamblea Constituyente Paralela, que podrá ser convocada por decisión del Órgano Ejecutivo, ratificada por la mayoría absoluta del Órgano Legislativo, o por el Órgano Legislativo con el voto favorable de dos terceras partes de sus miembros, o por iniciativa ciudadana...".

Lo más rápido sería que nuestros representantes en el Órgano Ejecutivo -el presidente y vicepresidente de la República- o en el Órgano Legislativo, al hacerse eco de la demanda de la sociedad a la cual se deben, hicieran la convocatoria, sería lo más rápido, lo justo, lo correcto; pero eso implica que estaremos a merced de decisiones que, dados los precedentes, no confiamos en que sean lo que realmente deseamos.

La otra opción, lo ideal, sería que la sociedad, a través de sus grupos organizados -cívicos y políticos-, lograra organizarse, sin histrionismos, sin protagonismos, de forma horizontal, a través de un frente cívico para llevar adelante lo que también la Constitución nos señala: la iniciativa ciudadana... o iniciativa popular.

Esa iniciativa ciudadana, consagrada en la Constitución, es el sueño de todo demócrata, es mi sueño, pero más difícil, para muchos una utopía, pero no es imposible... sobre todo cuando es un derecho constitucional. Quizás al ponerla en las páginas de nuestra Constitución los políticos pensaron, "esto jamás se dará en este país", porque dice textualmente: "... la cual deberá ser acompañada por las firmas de, por lo menos, el veinte por ciento de los integrantes del Registro Electoral correspondiente al 31 de diciembre del año anterior a la solicitud...". ¡Esas son muchas firmas!, pese a que somos un país con, si acaso, 3.6 millones de habitantes, yo no le hago ningún caso al último censo de población, pues fue un fiasco completo.

Pero... ¿cuenta alguien con la determinación de un pueblo? Yo sí, y los Quijotes que hablan de esta posibilidad, TAMBIÉN...

El primer paso para hacer un sueño realidad es levantarse, decirlo y trabajarlo... sigue la organización... pasar de las palabras a la acción... porque, como he dicho antes... las cosas deben hacerse... cuando se debe... y el momento es ahora...

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