martes, 29 de abril de 2008

‘Falta responsabilidad ambiental’

Entrevista con Harley James Mitchell Morán, asesor legal de la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM) de Panamá.

Se publicó un extracto en La Estrella de Panamá, el 28 de abril del presente año, aquí la entrega completa.

Doris Hubbard-Castillo
dhubbard@estrelladepanama.com

Medio ambiente. Un tema que no goza de todo el espacio mediático que requiere para que sea más efectiva su defensa y protección; sin embargo, se hace un trabajo en varias de las áreas relacionadas con su protección, aunque sigue requiriendo de un compromiso real de la sociedad en general, para mejorar el presente y garantizar el futuro.
Harley James Mitchell Morán es el asesor legal de la Autoridad Nacional del Ambiente, ANAM. Él considera, entre otros aspectos, como uno de los obstáculos del trabajo que se realiza la “convicción de que le corresponde "a otro" la responsabilidad ambiental y no a cada uno”.

DHC- Al evaluar los avances de Panamá en material de protección al Medio Ambiente, ¿en qué punto nos encontramos?
HJMM-
En un punto donde Panamá no ha estado antes, con mayor población y desarrollo económico que en cualquier momento en su historia, además de tener un papel preponderante en el mundo, dada su contribución a la globalización. Todo esto influye sobre la presión al ambiente y los recursos naturales, junto al actual despertar colectivo de la conciencia ambiental del panameño, siendo la nuestra una sociedad de alto consumo de productos y servicios que, de una forma u otra, provienen de estos mismos recursos naturales.

DHC - Proteger el Medio Ambiente exige la disponibilidad de muchos recursos, especialmente económicos, ¿cuenta la ANAM con los recursos necesarios para cumplir con sus funciones?
HJMM-
La protección del ambiente corresponde a todos los sectores, no solo a una agencia del Estado como la ANAM. Aún así, esta, como principal responsable del tema y bajo la dirección de la Dra. Ligia Castro, ha logrado casi duplicar su presupuesto y bienes disponibles durante su administración. Aún así, esto no será suficiente si la sociedad panameña en su conjunto no internaliza que cada una de las acciones individuales de las personas, ya sea a la cabeza de sí mismos, sus hogares o sus industrias, pueden afectar el entorno.

DHC - Después de la disponibilidad de recursos ¿cuáles serían los principales obstáculos que enfrenta la protección al Medio Ambiente?
HJMM-
La educación y sensibilidad de las personas y sus actitudes destructivas hacia el ambiente, así como esa convicción de que le corresponde “a otro” la responsabilidad ambiental y no a cada uno.

DHC - ¿Es la presión política y social un obstáculo insalvable para esta tarea?
HJMM-
Ambas cosas se pueden vencer con un argumento apegado al derecho y respaldado con buenos informes técnicos. De todas formas, la ANAM es una institución técnica y no política, pues la legislación ambiental que nos rige no da margen para consideraciones de ninguna otra naturaleza.

DHC - ¿Hay planificación urbanística real?, porque lo que se percibe es un gran desorden que no favorece ni al urbanismo, ni a la sociedad.
HJMM-
La ciudad de Panamá tiene más de un siglo. Así que en esencia, las transformaciones que se dieron desde ese entonces no están planificadas. Lo que huelga ahora es ordenar su crecimiento y su rescate. Lo que se percibe por parte del panameño es consecuencia de decisiones tomadas hace décadas, cosa que se revierte gradualmente con las nuevas normas sobre el tema. La ANAM, bajo ese nuevo régimen, participa del Consejo de Urbanismo y vela por aquella aplicación del concepto de ciudad sostenible que tanto nos preocupa.

DHC - Hablando de la sociedad panameña, ¿se ha divorciado esta del Medio Ambiente?
HJMM-
De ser así, creo que se aproximan hacia una franca reconciliación.

DHC - ¿Nuestras leyes sobre protección al ambiente están siendo aplicadas según su letra y espíritu?
HJMM-
La letra de la Ley es lo más importante, existe un principio legal que dice que “no se desatenderá el tenor literal de la Ley, so pretexto de consultar su espíritu”. La legislación ambiental es muy, muy clara y literal, no dando paso a muchas interpretaciones, así que quien no la quiera seguir, no tiene mayor excusa. La clave del resurgimiento de la ANAM es en gran parte, la voluntad institucional de hacer cumplir la Ley, a pesar de que no nos acompañen a veces algunos elementos pertenecientes a otros sectores de la sociedad.

DHC - Con frecuencia se ve gente tirando basura, quemando montes y autos contaminando con smog. ¿Cree usted que al panameño realmente le interesa cuidar el Medio Ambiente, o la conservación es un slogan hueco?
HJMM-
Sí le interesa, pero hace falta más educación y sentido de la responsabilidad ambiental por parte de todos.

DHC - Y por la parte del gobierno, la percepción es que se cuida el ambiente mientras no toque a alguien influyente. Un ejemplo está en el río Pacora, han talado sus orillas y extraído arena hasta decir no más... ¿Comparte la percepción?
HJMM-
No la comparto. Por ejemplo las dos principales empresas extractoras de material del río Pacora, “intocables” por décadas, fueron sancionadas por la ANAM hace dos años por casi medio millón de balboas, junto a la obligación de reparar el daño causado, lo cual cuesta otro tanto. Esto demuestra que los días en que la gestión ambiental del gobierno dependía de la influencia de quienes contaminaren, han terminado.

DHC - A veces se siente que la ANAM es lenta para identificar, corregir y sancionar daños al Medio Ambiente. ¿Qué los hace ser así, la burocracia, las leyes, los intereses...?
HJMM-
La necesidad de análisis delicados para conseguir la prueba del daño ambiental, la consulta técnica, así como el extremar las garantías legales de los investigados, toma tiempo. Pero es necesario cumplir no solo con las normas ambientales, también con el derecho a la legítima defensa que tiene todo ciudadano que habite el país. Lo que queremos es una justicia ambiental bien ponderada y proporcionada, no la venganza en el supuesto nombre del ambiente, esto sería otra forma de injusticia.

DHC - ¿Cuál es la afectación al Medio Ambiente más grave en el país?
HJMM-
Todos los problemas ambientales son de naturaleza crítica, no hay ninguno más importante que otro. A pesar de esto, me parece que la deforestación y el cambio de uso de suelo en Panamá, cuando se hace ilegalmente, sin la debida reposición, hace que converjan diferentes afectaciones concadenadas: Pérdida de hábitat, emisión de gases de efecto invernadero, erosión, entre otros tantos.

DHC - Mucho se habla del cambio climático. ¿En Panamá hay consecuencias evidentes de este o todavía estamos fuera de riesgos?
HJMM-
Ninguna esquina del planeta está a salvo del cambio climático, sus efectos como el levantamiento del nivel del mar, las altas temperaturas y la mayor incidencia de eventos climatológicos extremos también se dan en nuestro país. La Unidad de Cambio Climático de la ANAM, elabora un informe que estará listo este mismo año que precisará cuáles son estas afectaciones de forma más puntual.

DHC - ¿Qué y/o cuánto nos falta en materia de legislación para hacer efectivo el proceso de recuperación de lo dañado y protección de lo mucho que aun nos queda?
HJMM-
La regulación básica que poseemos es suficiente. Hacen falta algunas normas de calidad ambiental, parámetros y límites máximos permisibles, igualmente hay que desarrollar instrumentos económicos de gestión. Pero más allá de eso estamos más bien en la fase de hacer cumplir lo que tenemos en legislación.

DHC - ¿Hasta dónde realmente nuestras leyes protegen el Medio Ambiente?
HJMM-
Hasta que llega el momento que se da la decisión por parte del regulado por ellas de cumplirlas o no. Si decide lo último, allí estará la ANAM.

DHC - ¿Parece que es más efectiva la coerción que la prevención y concientización? ¿Por qué?
HJMM-
Me parece que es al revés. He viajado revisando los expedientes administrativos que siguen mis abogados de casi todo el país, y al momento de leer los alegatos finales de los presuntos contaminadores, muy pocos admiten que han realizado conductas que lesionan el planeta, no importa su nivel socio económico o cultural. Esto me demuestra que puedes reprimir, pero si la persona no está consciente del daño que se le hace a la tierra, esperará una oportunidad para volver a infringir la Ley. La sanción puede ayudar a remediar la situación, pero será la educación la que prevendrá el daño ambiental.

DHC - ¿Hay conciencia en nuestro sistema judicial sobre la importancia de proteger el Medio Ambiente?
HJMM-
Sí existe y se encuentra en franco crecimiento. Como panameños, los funcionarios judiciales se preocupan por la situación ambiental del país, solo hay que canalizar esto a través de la aplicación de la normativa ambiental existente.

DHC - ¿Cuál es la preparación del sistema judicial en el tema de Medio Ambiente? HJMM- Aún es incipiente, pero existe el interés en capacitación, eso es muy positivo. Dentro del marco del Programa de Justicia Ambiental de la ANAM, que dirijo, llegamos a un acuerdo con la Escuela Judicial, que se encarga de la capacitación profesional de este Órgano del Estado, para que incluyan de manera permanente en sus programas formales de capacitación, a la normativa ambiental, primero en fase de divulgación y luego en una etapa más intensa de capacitación. Recibiremos colaboración del Programa de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente (PNUMA), que desea sumarse a la tarea con material y el suministro de algunos profesionales de talla internacional. Las tareas de divulgación serán tomadas principalmente por el personal a mi cargo y los beneficiarios, para comenzar, serán funcionarios del Órgano Judicial, Ministerio Público y la Defensoría del Pueblo. Estoy seguro de que esto será un ejemplo de armónica colaboración entre esferas de la administración pública, con el fin de mejorar nuestras capacidades para enfrentar al delito contra el ambiente.

DHC - ¿Qué experiencias internacionales se usan a lo interno para mejorar nuestro sistema de justicia?
HJMM-
Desde hace algún tiempo, la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD) ejecuta actividades puntuales con jueces y fiscales, esto ha brindado alguna perspectiva internacional a personeros, principalmente del Ministerio Público. Igualmente, dentro del Programa de Justicia Ambiental de la ANAM, y con ayuda de la USAID y la Agencia de Cooperación Española, pudimos compartir con el fiscal presidente de la Sala Ambiental de España, Antonio Vercher Noguera. La sede regional para América Latina del Programa de las Naciones Unidas para el Ambiente (PNUMA) ha hecho sede en La Ciudad del Saber, colaborando con estos esfuerzos.

DHC - ¿Panamá es signataria de convenios internacionales sobre Medio Ambiente, los estamos cumpliendo?
HJMM-
De manera general puedo decir que en Panamá se cumplen, pero, estoy muy preocupado por el Convenio sobre Diversidad Biológica de 1992 y el Convenio sobre el Tráfico de Especies Amenazadas de 1973. El primero reconoce que los animales y plantas tienen un valor intrínseco, por sí mismos más allá de su valor comercial y el segundo regula el tráfico de especies sometiéndolo a las autoridades nacionales, en nuestro caso, la ANAM. A pesar de esto, hay personas que siguen traficando especies a escondidas. Hemos abierto los procesos respectivos, pero la falta de sensibilidad con respecto al problema de muchas personas, me inquieta.

DHC - ¿Cómo hará la Corte Suprema de Justicia, cuando llegue algún caso de la ANAM, si seguramente usted será una parte y su papá (que de pasó se llama igual que usted) es el magistrado presidente?
HJMM-
He ahí algo que no me inquieta (Ríe). Desde hace décadas existen instrumentos legales para evitar cualquier sospecha de parcialidad, como los impedimentos que puede hacer el mismo magistrado, de los cuales ha hecho uso mi padre ya varias veces. La mayoría de los casos ambientales se dan en la Sala de lo Contencioso Administrativo, que es una sala diferente a la que él ocupa y que tiene independencia de decidir. Prefiero continuar con la certeza de que los expedientes que prepara la ANAM tienen suficiente peso jurídico y técnico, como para resistir el escrutinio más exigente de cualquier foro de justicia nacional e internacional, no importa quién los decida. En estos casos ambientales, por lo que he explicado, no será mi padre, pero quien lo haga, tomará su decisión seguro de que la gestión ambiental del país, por parte de la Institución a la que pertenezco, ha dado un giro hacia lo justo y lo correcto por un mejor ambiente para todo el que habite Panamá.

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