lunes, 13 de julio de 2015

¿Hasta dónde lleva la torpeza de unos cuantos?


Hoy, cuando venía para el periódico, en El Dorado, se subió al bus un grupo de venezolanos (9 o 10), era claro de dónde son, pues, llevaban suéteres y gorras con el distintivo de su país.

Como todo grupo, inició una conversación muy amena, donde no faltaban las carcajadas. Tomaban fotos, hablaban, señalaban los lugares, comían algo que sacaban de un envase y seguían. Se ubicaron todos en la parte media del metrobús.

Pero, de repente, se callaron y apenas hablaban, pero en tono bajo... sus rostros se pusieron serios. Miré alrededor y vi las caras de mi gente mucho más serias y creo que hasta la mía lo estaba.

Pensé entonces: "Sonríe que tú no eres así, siempre te han agradado los venezolanos y todo extranjero que venga". Escuché un par de comentario: "Esos son venezolanos", "¿y estos?"... incluso cuando los vi subir, dije lo mismo "¿y estos?", pero en buen plan.

Supongo que ellos sintieron la pesadez del ambiente, porque apenas hablaban y uno regañó a otro, cuando veníamos por la plaza Edison, y fue a hacer una broma sobre la torre del Banco Nacional. "Calla", le dijo y miró para atrás.

Traté de mejorar mi expresión, incluso les sonreí a los que me miraron, porque sentí pena y hasta tristeza. Los panameños no somos así, pero ese es el efecto que cuatro tontos -que se aprovechan de las redes sociales para ello- han provocado: RECHAZO a su gente.

Creo que debemos hacer un esfuerzo, todos, pongamos en su lugar a los que se lo merecen, pero no arremetamos contra todos.

Bienvenidos todos los extranjeros a Panamá, en buen plan, claro está...

Esto no es invento. Lástima que mi celular estaba descargado y no les pude tomar foto.

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