viernes, 26 de octubre de 2007

En sus manos está el futuro...

Por Doris Hubbard-Castillo
dehubbard.castillo@gmail.com

“Los hombres y pueblos en decadencia viven acordándose de dónde vienen; los hombres geniales y pueblos fuertes sólo necesitan saber a dónde van”, José Ingenieros - (1877-1925) - Filósofo y psicólogo argentino.

Hablar del futuro a veces produce mucha incertidumbre, sobre todo cuando, parodiando a Miró, revolvemos la mirada y nos espantamos al ver cómo nos deseducamos, destruimos nuestra identidad y sufrimos de una indolencia casi genética sobre la responsabilidad que tenemos de prepararnos y ayudar a preparar a las llamadas ‘futuras generaciones’, para que se enfrenten digna y triunfalmente a ese gran reto que está allí, no más al abrir la puerta.
Y es que al hablar del futuro no sólo debemos pensar en el futuro de Panamá, sino del mundo, pues al intentar cristalizar a las futuras generaciones ya no podemos quedarnos en nuestro pequeño país, pensando que sólo tenemos que ver con sus costas y montañas. Este mundo globalizado, lo globaliza todo, hasta la responsabilidad de tomar las decisiones sobre el destino del planeta, pues cada vez, para bien o para mal, estamos más cerca unos de otros en ese denominado ‘concierto de las naciones’.
Tampoco podemos seguir pensando que por ser hoy un país con, como siempre digo, apenas tres millones y unos cuantos más de habitantes, no vamos a tener en el futuro, no tan lejano, un papel cada vez más importante en el desarrollo mundial.
Sin embargo, para poder hacer un buen papel, tanto nacional como internacionalmente, debemos sentar las bases de ese futuro, las cuales deben ser sólidas y profundas, sin egoísmos, con ambición, pero de la buena. Planificar realmente a futuro, no hacer como con las calles en el centro de la ciudad de Panamá, que fueron construidas como si alguien hubiera tomado la decisión de que este siempre fuera un pueblito.
Es en esa dirección que debemos mirar a nuestra niñez y juventud y preguntarnos insistentemente si estamos cumpliendo con la enorme responsabilidad de formarlos como hombres y mujeres de bien, si les estamos dando los recursos para tomar nuestros lugares, en no poco tiempo.
Celebramos hoy un día más de los estudiantes. Pero ¿cuál es la realidad de la educación nacional, qué les estamos dando?; ¿El sistema educativo le está proporcionando a TODOS los jóvenes panameños la oportunidad de prepararse por igual?, creo que la respuesta es absolutamente NO. Y unido a la infuncionabilidad del sistema está la irresponsabilidad de muchos padres y madres de familia y estudiantes, que no atienden adecuadamente a sus respectivas responsabilidades con el proceso educativo y la formación correcta de los futuros profesionales.
Decimos que el futuro está en sus manos, cierto, pero debemos darles las herramientas necesarias para que cuando ese futuro llegue no se convierta en un triste presente.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por las palabras. Escribo como joven y como estudiante universitario.

En especial me llama la atención lo que señala, que hay que pensar también de manera global. Tal vez mis esfuerzos no están tomando esto en cuenta últimamente (preocupado por la situación actual en nuestro país, como también observa).

Sin embargo me ha brindado algo más en que reflexionar. Gracias nuevamente y ya me encuentro suscrito a este blog, para recibir las actualizaciones.

Saludos!

jose arroyo dijo...

muy interesante el escrito me parece que es la realidad del pais que hoy vivimos ojala nuestras, autoridades lo usen como el ejemplo para futuras actividades. la felicito

Doris Hubbard-Castillo dijo...

Gracias, Alfredo y José, por sus comentarios, es muy importante que a la par que las autoridades y la sociedad en general tome su responsabildiad en el proceso educativo, nuestros jóvenes comprendan que sin estudios todo se les hará más difícil, porque cada día el mundo es más competitivo, y no quiero, espero que ustedes tampoco, que Panamá compita por el último lugar. Siempre debemos procurar ser los mejores, aunque eso conlleve muchos esfuerzos y sacrificios, los resultados lo valen, no creen?