Todo iba bien hasta que llegué a la parada... repleta... 10, 15, 20, 25, 30, 35... minutos esperando, más bien, bajando santos, para que llegaran los buses... Hasta que llegaron, repletos, tanto como estaba la parada...
La frecuencia, por ejemplo, si se va para Santa Librada, El Valle, Los Andes, etcétera, qué felicidad, llegan hasta cinco unidades, una tras la otra, a veces me dan ganas de mudarme para allá; pero si vives por áreas por donde pasa la vía Domingo Díaz (vía Tocumen), no corres con la misma suerte. Como ya dije, sin exagerar, un bus de Las Mañanitas, por cinco, seis, siete, ocho de Sta. Librada, etcétera.
Pero... volvamos al sábado, hoy, pues, cuando por fin me tocó un bus, casi lo pierdo, porque a un "amable" conductor de taxi se le ocurrió estacionarse en la mitad de la parada y no dejaba avanzar los buses; pero, corriendo un poco, pues, nos subimos al bus... otra mala decisión. Debí dejarlo ir, ¡casi nos mata! A ese señor le regalaron la licencia... tiene serios problemas con los frenos, además, parece que su visión no es buena a los lados. Terrible, ¿están eligiendo al que sea para llevar una responsabilidad tan grande?
Hubo un momento en que pensé que lo hacía a propósito, lo de los frenazos, pero nadie decía nada, yo ya estoy escaldada de defender gente que no apoya, así que mejor me bajé lo más rápido que pude. Espero que hayan llegado sanos y salvos a su destino. Bueno, a esta hora no he escuchado nada sobre un metrodiablo accidentado.
No creo que la solución sea resucitar a los diablos, no; pues, siguen con los mismos vicios... troneras, oscuros, música a todo volumen..., el pavo. Lo correcto es que la empresa concesionaria cumpla con lo ofrecido, se reorganice y corrija lo que hasta la fecha no ha logrado corregir... Bueno, voy por el segundo metrodiablo del día...
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