sábado, 8 de febrero de 2014

#VidaComún - Un sábado de metrobús...

Hoy, me tocó salir de casa, qué mala idea, se me olvidó que los fines de semana el servicio de transporte está peor, si se puede, que de lunes a viernes. Baja la cantidad de unidades, aumentan los clientes esperando en las paradas; por tanto, aumenta el tiempo que le toma a una persona ir de un punto a otro, así sea su rutina diaria.

Todo iba bien hasta que llegué a la parada... repleta... 10, 15, 20, 25, 30, 35... minutos esperando, más bien, bajando santos, para que llegaran los buses... Hasta que llegaron, repletos, tanto como estaba la parada...

Llegó uno que otro de los "corsarios", que cobran .50 cents., incluso los hay que cobran un dólar/balboa/martinellito... según la hora y los gustos del conductor... ¿o será del pavo? (especie que no se extingue).

En lo personal, jamás, mientras pueda evitarlo, me vuelvo a subir en un demonio de esos, rojo, verde o del color que sea. No me importa esperar a que los divinos del metrobús decidan mandar una unidad que me acerque a casa u otro lugar. Aunque, debo admitir que ayudan a despejar el panorama, pues la gente, cansada de esperar el servicio prepago de transporte, prefiere volver a pagar, para poder moverse.

Cada fin de semana, los domingos es peor, se deja ver con más fuerza la deficiencia del sistema. Aún no han encontrado la medida de un servicio más o menos eficiente. Cierto, acondicionador de aire, aunque muchos tienen regaderas, llueve más dentro que fuera del bus; siempre con la luz encendida; si no los llenan más allá de su capacidad, aunque vayas de pie, vas bastante cómodo. Pero, que los peros parece que vinieron adjuntos al servicio, no creo que sea percepción, no les dan mantenimiento ni reponen lo que se daña -o, mejor dicho, dañan los usuarios-. Muchos ya no tienen extintores ni los martillitos para romper los vidrios en caso de una emergencia. 

La frecuencia, por ejemplo, si se va para Santa Librada, El Valle, Los Andes, etcétera, qué felicidad, llegan hasta cinco unidades, una tras la otra, a veces me dan ganas de mudarme para allá; pero si vives por áreas por donde pasa la vía Domingo Díaz (vía Tocumen), no corres con la misma suerte. Como ya dije, sin exagerar, un bus de Las Mañanitas, por cinco, seis, siete, ocho de Sta. Librada, etcétera.

Pero... volvamos al sábado, hoy, pues, cuando por fin me tocó un bus, casi lo pierdo, porque a un "amable" conductor de taxi se le ocurrió estacionarse en la mitad de la parada y no dejaba  avanzar los buses; pero, corriendo un poco, pues, nos subimos al bus... otra mala decisión. Debí dejarlo ir, ¡casi nos mata! A ese señor le regalaron la licencia... tiene serios problemas con los frenos, además, parece que su visión no es buena a los lados. Terrible, ¿están eligiendo al que sea para llevar una responsabilidad tan grande?

Hubo un momento en que pensé que lo hacía a propósito, lo de los frenazos, pero nadie decía nada, yo ya estoy escaldada de defender gente que no apoya, así que mejor me bajé lo más rápido que pude. Espero que hayan llegado sanos y salvos a su destino. Bueno, a esta hora no he escuchado nada sobre un metrodiablo accidentado.

No creo que la solución sea resucitar a los diablos, no; pues, siguen con los mismos vicios... troneras, oscuros, música a todo volumen..., el pavo. Lo correcto es que la empresa concesionaria cumpla con lo ofrecido, se reorganice y corrija lo que hasta la fecha no ha logrado corregir... Bueno, voy por el segundo metrodiablo del día...

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