martes, 13 de marzo de 2012

Equilibrio


"Equilibrio", para muchos, si no la mayoría de nosotros, mantenerlo en las ideas y opiniones es más difícil que caminar sobre una cuerda entre dos puntas del Gran Cañón... Con cualquier tema, por sencillo que parezca, se puede formar un tremendo lío, porque cada cual quiere imponer sus ideas, "convencer" a los demás de que su posición es la correcta.
Un ejemplo, como otro cualquiera, se da el caso de una persona en cierta posición... yo, doy mi opinión sobre la situación en que está inmiscuida, y quienes siguen no opinan sobre el tema que se pone en discusión, sino sobre mi opinión. Me dicen que estoy equivocada en MI apreciación, me acusan de parcializada, de justificar, de defender... o atacar por intereses oscuros, etcétera. ¿Por qué simplemente no dan su opinión sobre el hecho y me dejan a mí en paz con la mía?
Otro caso, me pasa constantemente como editora, publico la opinión de una persona, y surgen críticas, no a los planteamientos presentados en el escrito, sino a la decisión de darle oportunidad al autor de publicar de parte de quienes no comparten sus opiniones. Algunos llegan hasta a hablarme de su vida privada, tratando de que no le vuelva a dar espacio. Y cuando respondo como debo, que pueden firmar que lo hago, se molestan y dicen que opiniones como esas “no son equilibradas”... Pero, ¿es equilibrado quien cuestiona el derecho del otro a opinar, equivocado o no?
Voy a hablar de mí, para no caer en sanciones morales a otros. Siento que pierdo el equilibrio cuando dejo que mis "odios" -del tipo que sean, por amores frustrados, diferencias políticas, simple antipatía a quien quizás nada me debe, creencias religiosas o la falta de ellas...- me cieguen y no me permiten ver nada bueno en una persona. Alguien me dijo una vez: "nadie es completamente bueno... ni completamente malo", y lo creo firmemente, sobre todo lo de "ni completamente malo". Creo en los seres humanos, no puedo dejar de hacerlo, hasta donde sé, soy un ser humano, mi especie debe ser la más importante para mí. Es cuestión de supervivencia, de solidaridad entre los de la misma especie. Por ello, como creyente además, debo reconocer la capacidad en los demás de cambiar, de mejorar, de corregir... quiero que los demás me reconozcan la misma capacidad y derecho, igual que el derecho a equivocarme...
Para mí, al hablar de equilibrio, estar totalmente de acuerdo o totalmente en contra de algo o alguien, no es necesariamente equilibrio. Porque puede pasar que ninguna de las dos posiciones tome en cuenta a la otra.
Mi equilibrio está en permitir el debate y darle oportunidad a todos, en respetar las opiniones ajenas cuando participo activamente en un debate.
Eso es y no es difícil. Es, hablando de mi trabajo, porque si un tema no me gusta, y lo que debo publicar es la parte contraria a mis criterios, debo ser muy cuidadosa a la hora de hacer cualquier corrección que amerite el texto, incluso con la elección del espacio que le doy al escrito, porque puedo caer en falta, una grave falta; no lo es, si se cree, como yo, firmemente en el derecho de todos a plantear sus posiciones...
A veces le pregunto a Dios por qué me dejó meterme en esto. Debí ser chef, modista, contadora pública autorizada o veterinaria... cualquier cosa... camionera, eso habría sido divertido... esto del Periodismo muchas veces no lo es.
Definitivamente, difícil, lo sé, mantener el equilibrio, pero no imposible...

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