martes, 9 de febrero de 2010

Los medios en el medio...

Doris Hubbard-Castillo

Profundizando un poco en lo escrito antes, partiré de que, en efecto, en nuestros medios de comunicación, todos, hay problemas con esto de la autorregulación, claro que se deja sentir más en la TV y la prensa por ser medios visuales, en la radio no se ven la sangre ni las mujeres semidesnudas, aunque sí está latente en el lenguaje procaz de los disjokies.

Hay una gran deficiencia en el lenguaje de los comunicadores, ya sea escrito o verbal, con más desventajas en el escrito, que guarda para la posteridad las torpezas que se escriben; y en cuanto a la TV debemos agregar que, además del mal manejo de muchos comunicadores —periodistas o conductores de programas— nos deja casi salpicados de pólvora y sangre, además de escandalizarnos constantemente por la abierta oferta de groserías visuales y habladas.

Se ofrece mucha violencia en la TV y la prensa, en la radio groserías a granel, además de la música que se transmite, que no siempre tiene la mejor letra. Hay muchísimo que mejorar, claro que sí. Constantemente me siento molesta por lo que veo y escucho en los medios y quisiera tener la suficiente influencia para corregir lo que, como mujer, ciudadana, familiar de muchos niños, niñas y jóvenes y comunicadora social, siento que se debe corregir.

La situación me preocupa, considero que es más que mal gusto, falta de responsabilidad, compromiso y creatividad de productores y editores. Igual que sucede con la publicidad, cuyos creativos no encuentran mejor manera de vender un carro, una llanta o bebidas alcohólicas —que de paso no deberían ser anunciadas en los medios— que no sea a través de una mujer en traje de baño, y mientras más pequeño mejor. Incluso hasta para anunciar una gaseosa sugieren que la relaciones sexuales con un desconocido no importan, si así conseguimos la gaseosa.

Bien, estamos de acuerdo, hay un verdadero descontrol en los medios de comunicación social, quizás llenos de entusiasmo por la libertad de la desrregularización. Hay muchos factores que pueden estar influyendo en esto, el malentendido modernismo, una libertad también malentendida, tanto de expresión como empresarial, valores que se han ido y amenazan con no volver, una competencia deshumanizada por el bendito índice de audiencia.

Sin embargo, también creo que no podemos darle todo el “crédito” a los medios de comunicación por la deformación social que estamos sufriendo. Es como culpar a la escuela y a los maestros, porque los muchachos no estudian, son malhablados, no respetan ni a sus padres, ni a nadie, son violentos, pendencieros, están a altas horas de la noche deambulando por la calle, tienen relaciones sexuales a destiempo y encima sin protección, fuman, consumen drogas, se visten pésimo, no creen en nada... ni en ellos mismos.

Aquí, hay una situación que va mucho más allá de las pantallas de la TV, las páginas de los periódicos y las voces de los ignorantes y obscenos disjokies. ¿Dónde están papá, mamá, abuelita, abuelito, tío, tía, madrina, el buen vecino —ese que no es libidinoso, que no anda buscando cómo conquistar a la quinceañera de al lado—? ¿Dónde está el respeto aquel que se aprendía en casa, con la familia, que era todo el que llevara una gota de nuestra misma sangre?

Si bien los medios de comunicación, los comunicadores sociales, debemos cumplir con un deber sagrado, además del de informar, educar; la responsabilidad primaria de criar los hijos e hijas le corresponde a la familia, a los padres y madres, quienes han dejado su responsabilidad, primero en los maestros y profesores y ahora en los medios de comunicación, la empleada doméstica, el cura de la parroquia, en los dirigentes deportivos y en cualquiera que les quite de encima el compromiso que adquieren al tener hijos.

Ahora, ¿cuáles son las intenciones reales del señor presidente de la República y su equipo de gobierno al irse de frente en contra de los medios de comunicación social? ¿Seguro que es el interés prístino, noble, de que mejoren la oferta informativa y la programación por el beneficio de la sociedad? ¿O no será acaso un interés desmedido por evitar que se les eche en cara que en efecto de sus promesas no hay nada concreto en cumplimiento a seis meses de gobierno?

El presidente en campaña, ya lo decía yo antes, prometió demasiadas cosas, muchas solo se realizarán en cinco gobiernos consecutivos. Una de ellas es la de acabar con la inseguridad ciudadana y la corrupción, ¿pero, en seis meses qué es lo que hemos visto? Solo promesas y bravuconadas, usando esa frasecita ya casi acuñada por la RAE, “shows mediáticos” de él y de su equipo, metidas de patas dignas de registros históricos, insultos y amenazas.

Y ahora, como los medios de comunicación no le siguen el juego, que sí se le siguió en campaña —que le recuerdo ya acabó—, arremete en contra de los medios de comunicación que él mismo ha utilizado para lograr sus cometidos.

Qué cosa que hasta ahora el señor presidente se da cuenta de que los medios, especialmente la TV, transmiten narconovelas y “noticieros de pacotilla”, como dice él. Todo en medio del escándalo del FIS, en el cual se dedicaron a desacreditar a la consultora, pero no dieron señales de dar a conocer las auditorías sobre en qué se usó el dinero o una explicación creíble sobre por qué se archivó el expediente, lo cual no se podrá hacer con el tema en sí, aunque se proceda a desaparecer el FIS, porque el tamaño de la corrupción es tan grande que no se podrá “engavetar”; y como la inseguridad sigue su galopar desbocado y su promesa de ser el freno ansiado no ve luces de feliz cumplimiento, ahora son los medios, por ende, los dueños de medios y comunicadores sociales los que estamos faltando al dar a conocer la situación de violencia por la que atraviesa el país y los desmanes de la corrupción a la que no ha podido mantenerse inmune el gobierno actual.

Como en todo, muy fácil criticar a los demás, pero qué difícil corregir lo que criticamos y encima no convertirnos en parte de eso mismo que antes le censuramos a los otros.

No sé hasta dónde esté dispuesto el señor presidente a llegar para mantener su “rating” personal, pero de lo que sí estoy segura es de que esta súbita atención hacia los medios de comunicación, utilizando a su favor el descontento justificado de la sociedad, es sumamente peligrosa. Puede gustarle la censura al señor presidente. Qué rico gobernar sin que nadie le señale públicamente sus errores, y dado que cuenta con una Asamblea Nacional de su lado, ahora asustada por el caso FIS, puede lograr lo que no nos conviene como país, acallar a los medios... Sinceramente, no estoy de acuerdo con la práctica descontrolada de la libertad de expresión, porque para mí todo derecho conlleva una responsabilidad insoslayable, pero, como ya han dicho otros primero, antes que un gobierno que controle a los medios —y medios autocensurados—, prefiero unos medios sin control ni gobierno.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimada Doris....Me parece excelente tu planteamiento..Pero, no entiendo tu pensamien to final que deice "Antes que un gobierno que controle a losmedios -y también autocensurados. prefiero ñunos m,edios si control ni gobierno"....Tema poar que haas otro ecrito ..
Saludos

Unknown dijo...

Sobre ese tema, mi querida Doris, hay tanto aún que compartir. En los medios, como en botica, hay de todo, bien lo sabes. Pero para mí es un camuflaje referirse a "los medios de comunicación". Yo prefiero directamente, referirme a los comunicadores y comunicadoras sociales con nombres y apellidos, porque de lo contrario, terminan todos invisibilizándose y al final, "los medios" no es nadie.
Hay buenos periodistas y pésimos periodistas, pero no porque se de en todas las profesiones, hay que justificarlos. Vamos a llamarlos por sus nombres y vamos a ver si así se siguen ocultando en el manto de "los medios de comunicación". Saludos

Unknown dijo...

Por cierto Doris, sería muy bueno que participaras en el II Encuentro Interoceánico de Escritoras en Panamá. Habrá una mesa sobre "Escritoras en línea: conquistemos la red" y creo que tienes mucho que aportar allí.
Además, la experiencia internacional será muy valiosa y algo podremos aprender.
Visita: www.encuentroescritoraspanama.com
Saludos

Unknown dijo...

Todos tenemos vela en el entierro, desde la sociedad que castiga a los buenos medios de comunicación o por lo menos a los buenos programas, como los medios mismos que excitando el morbo sólo buscan subir rating.

Al parecer nadie quiere educarse por medio - valga la redundancia - de los medios de comunicación, nadie quiere ver los buenos programas; prefieren ver LOS GUSANOS DEL CARTEL o algo así. Lo mismo con los noticieros; se buscan los que tengan más sangre.

Y Doris Usted lo sabe bien: En los diarios es la misma cuestión, los de mayor circulación son los más sangrientos, los otros están allí para unos cuantos.

La población (por lo menos buena parte de ella) se limita a consumir lo más escandaloso y morboso, y los medios (por lo menos buena parte de ellos) se limitan a darle a la población lo que quiere.

Creo que en cierto sentido así funciona la lógica mercantil ¿O no? y aunque a algunos les arda mi opinión, simplemente es la sociedad que hemos ido creando; querer parar eso es como querer tapar el sol con la mano; es como pretender parar la globalización a esta hora, SIMPLEMENTE IMPOSIBLE.

El gobierno también tiene su buena parte de culpa, pues los medios por muy morbosos y de "pacotilla" que puedan ser se encargan de llevar un mensaje que es el reflejo de lo que pasa y de lo que supuestamente el gobierno está encargado de regular. Por ejemplo, no creo que los noticieros y los diarios sean los que mandan a matar a la gente. No creo que los medios de comunicación - por lo menos de manera directa - sean los culpables de las situaciones socio económicas que llevan a la gente a delinquir. De todo ello sí es responsable directo e indirecto el gobierno que ahora pretende que matando al mensajero se acabe el problema.

Ciertamente prefiero un Estado de Anarquía con medios de comunicación serios, que una anarquía seria sin medios de comunicación.

Saludos, Joao Q.

Doris Hubbard-Castillo dijo...

Gracias por sus opiniones, son muy importantes para mí, sobre todo porque eso me dice que si se toman el trabajo de opinar, es porque se han tomado el trabajo de leer lo que escribo.
No se imaginan lo valioso que es eso para mí, aunque de repente no estemos de acuerdo, pero lo que vale es el intercambio de opiniones, quién sabe, quizás alguna buena idea nos salga de todo esto.
Saludos y gracias otra vez...

Anónimo dijo...

La libertad de expresion es un valor que debe defenderse. Cuando un gobierno busca controlar a los medios de comunicación y a los comunicadores, para desvanecer sus funciones y volcarlos al clientelismo, la sociedad corre el riesgo de perder parte importante de su conciencia crítica. Afortunadamente aún ocurre como predijo José Martí...Cuando hay muchos... sin decoro,hay quienes llevan en sí el decoro de muchos...!
Antoine

Unknown dijo...

Hola. De lo que sí me molestan "los medios" y me refiero a todos, es lo mal que escriben --o hablan--en "español". Más bien como que todo viene en englañol o en espanglish, a menudo innecesariamente, y querámoslo o no, los medios sí tienen una gran influencia en todo, hasta el punto de haber cambiado el modo de hablar y de escribir del panameño en general. En cuanto a la censura, no estoy de acuerdo para nada. Ya esos tiempos pasaron por suerte y nadie quiere que vuelvan.

Víctor Shailer dijo...

Me parece un planteamiento equilibrado, digno de ser leído por quiénes se deben sentir aludidos, especialmente por tener la responsabilidad de gobernar. Espero que con este gente nos estes "arando en el mar".