miércoles, 3 de febrero de 2010

Faltas de respeto

Doris Hubbard-Castillo*

Ahora resulta que toda persona que quiere tomar vuelo público procede a insultar a los periodistas con el término más ofensivo que se le ocurra, pues, es fácil generar cierta aceptación y recibir aplausos cuando se dirigen los ataques en contra de quienes siempre están en la palestra pública.

Porque, lógico, no somos moneditas de oro para gustarle a todos y además la misma naturaleza de nuestro trabajo, informar, nos pone siempre en una posición que parece que estamos en contra de alguien, pues, si se trata de casos de corrupción, privada o estatal, siempre habrá quien afirme que “la tomamos” con él o ella, aunque en su fuero interno sepa que lo único que estamos haciendo es informar.

Primero, el ministro de Gobierno y Justicia nos llamó coimeros internacionalmente; recientemente el presidente de la República dijo que “le da” un millón a cada televisora —yo no sabía que toda la plata del Tesoro Nacional venía de sus empresas—; luego, quizás, alguien le dijo que para desviar la atención del caso FIS se fuera en contra de la TV, porque por ahí hay mucho hilo que jalar; y ahora la diputada —candidata de mi Circuito, por suerte no voté por ella— Dalia Bernal nos llama “cotorros”. Estos solo por citar algunos insultos provenientes del gobierno y aliados.

Al Sr. Mulino, al Sr. Presidente, a la Sra. Bernal y al resto de su hoy grupo de gobierno podríamos adjetivarlos de la misma manera irrespetuosa con que ellos se refieren a nosotros, pero como nuestra educación y formación no depende de la de ellos ni de otros como ellos, muy lejos están de lograr que los periodistas comencemos un intercambio de insultos para alegrar el patio limoso que han abierto.

Tampoco lograrán, aclarando que acepto que hay mucho que mejorar en los medios de comunicación social, que dejemos de hacer nuestro trabajo para serles simpáticos. Pero en medio de todo, extraño algo, mis gremios, ¿dónde están? ¡No los oigo!

1 comentario:

SAN JUAN dijo...

Mi estimada Doris: Desde luego que estamos muy lejos de aceptar como buenos los términos utilizados por el Sr. Presidentes y otros miembros de su equipo de gobierno, sin embargo tenemos que aceptar que los medios de comunicación adolecen de muchas deficiencias, entre las que mencionas de vocabulario escaso y no adecuados,mal uso del lenguaje, uso de la mujer para vender cualquier cosa, programas televisivos que desdicen de nuestra condición de seres pensantes y educados,que definitivamente inducen a niños y jóvenes a actuar en consecuencia etc. etc. pasando por quienes, unos más otros menos venden su pluma y su conciencia por intereses personalistas y no de la colectividad a la cual nos debemos.
Creo que se hace imprescindible realizar algún tipo de seminario, conferencia, para decir todas esas cosas y despertar del marasmo en que se encuentran nuestras organizaciones gremiales, que solamente se ven en períodos electorales (parecen partidos políticos),porque luego que pasan las elecciones no se vuelve a saber de ellos hasta la próxima elección.