El escorpión y la rana es una
fábula de origen desconocido, aunque atribuida a
Esopo.
En ella un escorpión le pide a una rana que le ayude a cruzar el río
prometiéndole no hacerle ningún daño. La rana accede subiéndole a sus
espaldas pero cuando están a mitad del trayecto el escorpión pica a la
rana. Ésta le pregunta incrédula "
¿cómo has podido hacer algo así?, ahora moriremos los dos" ante lo que el escorpión se disculpa "
no he tenido elección, es mi naturaleza".

La
moraleja
de la historia es que no trates de engañarte con los demás al creer que
son o pueden ser otros y menos engañarte a ti mismo acerca de quién
eres.
Fábula
Había una vez una rana sentada en la orilla de un río, cuando se le
acercó un escorpión que le dijo: —Amiga rana, necesito cruzar el río.
¿Podrías llevarme en tu espalda? —No. Si te llevo en mi espalda, me
picarás y me matarás. —No seas tonta —le respondió entonces el
escorpión—. Si te picase, me hundiría contigo y me ahogaría. Ante esta
respuesta, la rana accedió. El escorpión se colocó sobre la espalda de
la rana y empezaron a cruzar el río. Cuando habían llegado a la mitad
del trayecto, el escorpión picó a la rana. La rana, al sentir picotazo y
darse cuenta de que iba a morir, le preguntó al escorpión: —¿Por qué me
has picado, escorpión? ¿No te das cuenta de que tú también vas a morir?
A lo que el escorpión respondió: —Lo siento, rana. Es mi naturaleza, no
lo pude evitar.
Moraleja
Aunque el sentido común dicte lo contrario y acabes perjudicando a
los que quieres o incluso a ti mismo, no puedes dejar de ser quien eres. (WIKIPEDIA, LA ENCICLOPEDIA LIBRE).
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