martes, 28 de mayo de 2013

Espiados, morbosos y permisivos...

Más allá de las censurables palabras del ya exprecandidato a la Alcaldía capitalina Roberto “Bobby” Velásquez, en broma o en serio, como me han comentado varias personas y yo misma he cuestionado directamente al presidente de la República cuando le señalé, respondiendo a su tuit sobre el tema: “¿GÉNESIS? "@rmartinelli : advertí sobre la grabaciòn hecha por ellos mismos...". SI FUE HECHA "POR ELLOS MISMOS", ¿CÓMO (UD.) SABÍA?”.

Espionaje, estamos en manos de un grupo totalmente irrespetuoso de los derechos civiles y políticos, y la sociedad, sumergida en el morbo de lo que Velásquez dijo, no se percata del peligro a nuestras libertades individuales. Si es peligroso el ambiente de violencia verbal, que puede, a medida que avanzan los días, caer en física; más peligroso es estar bajo el influjo de mentes siniestras, que usarán todos los recursos, por bajos que sean, para mantenerse en el poder, que por sus actos, ya parece usurpado.

Si hay que investigar a Bobby Velásquez, también hay que investigar la grabación... su origen, quién la mandó a hacer, mismo que debe haber pagado por ella -tanta maldad de gratis, no creo-, quién la hizo. La certeza del presidente de la República de la existencia de la grabación y que ya sabemos que tenía razón en tal certeza, llama a comenzar por el Palacio de las Garzas, el partido Cambio Democrático y sus allegados más cercanos. Porque, insisto, ¿cómo el señor presidente de la República sabía de una grabación “hecha por ellos”? No nos llamemos a engaños ni pequemos de tontos, ¿el Consejo de Seguridad del Estado, mismo que debe estar protegiendo al país, está siendo utilizado para espiar a los ciudadanos?

Creo que, otra vez, la respuesta a una de mis preguntas es, sí...

Si seguimos de simples espectadores, morbosos y permisivos, además de ver cómo gente de todo el mundo se apropia de cada metro de nuestras tierras, veremos cómo nos convertimos en prisioneros de un sistema autocrático, irrespetuoso de la Constitución y las leyes; grabados en videos y audios... con autoridades que se arrogan la facultad de tomar por nosotros la más mínima decisión, aún las más elementales... ¿vivimos, comemos... morimos? Mejor exagerar un poco, que caer en un estado aletargado, que nos lleve al despeñadero irremediablemente. Mi apreciado Juan Luis Correa suele finalizar sus escritos diciendo “Sonríe Panamá”... Yo le digo: DESPIERTA...

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