domingo, 21 de septiembre de 2008

A los pañameños nos faltan opciones

Doris Hubbard-Castillo
dehubbard.castillo@gmail.com

Cuatro gobierno en democracia post invasión ya hemos tenido los panameños, pero parece que no superamos la pequeñez de la política criolla.
Un ambiente plenamente enrarecido por un ya odiosamente largo periodo de campaña con miras al 2009, mantiene a la población bajo el sopor de las palabras fuertes, las actitudes mesiánicas de quienes consideran que tienen la última palabra en política, por supuesto, una palabra bendecida por Dios – ¿o será algún “dios” elegido por ellos mismos como tal?-.
Da, como mínimo, grima la poca esperanza que tiene el pueblo panameño, no inscrito en ningún partido político, e incluso muchos del pueblo humilde que están inscritos, con la oferta que hoy se baraja. Pues parecen estar en una especie de juego en el Olimpo, en donde el resto de los mortales sólo tiene el derecho a poner la alarma del reloj el 2 de mayo para que los despierte temprano el domingo 3 para ir a depositar su voto, que sólo es sagrado en el momento en que se hace necesario. Pues una vez depositado, contado y definido el nuevo gobierno, los electores vuelven a quedar sin rostro ni valor digno de ser tomado en cuenta. Fuera del estricto periodo de elección, los electores no son “nadie importante”.
Si un simple mortal – yo por ejemplo- salgo a decirle a los políticos que ya estamos cansados de sus insultos a sus rivales políticos, de sus enredos de recámara, que de tan larga la campaña ya es un irrespeto a nosotros, estos que “no somos nadie” para ellos, estos que tenemos que ir a votar para que ellos sigan en lo suyo, alguien se preguntará “¿y esta quién es?”, “¿a quién representa?”. Porque resulta que quienes, contradictoriamente, tenemos el poder del voto, no somos más que un voto y la única opinión nuestra que les interesa es esa, el voto que depositamos el día de las elecciones, adormecidos, o mejor dicho, intoxicados por la campaña para recordar el pasado, por la campaña para desmeritar a los de siempre, por la campaña para quitarle la careta al que se dice la mejor opción de cambio.
Lo único bueno de la extensa campaña de que nos han hecho víctimas, o quizás deba decir, lo peor de ella, es que viéndolos a todos, poniéndolos en una balanza, o tratando de pasarlos por un tamiz, sentimos que la mejor opción es buscarnos otra opción.
Y eso se desprende de lo generosos que han sido todos en bombardearnos con cualquier cantidad de información contra sus adversarios, diciéndonos por qué no votar por el otro; sin embargo, no prestan atención a que quizás lo que queremos los electores es saber por qué debemos votar por cada uno de ellos. Pero están tan ocupados en fregarse los unos a los otros que olvidaron las propuestas reales, sostenibles, realizables.
O será que piensan que lo que queremos elegir el 3 de mayo es al menos malo, probarán así que las campañas de desprestigio surten efecto para adormecer el intelecto, total, un pueblo consciente es lo que menos quiere alguien que gobierna.
Nos faltan opciones, pero no opciones que vengan a dividir fuerzas políticas para darle el triunfo a uno de los mismos, lo que necesitamos es una opción que aglutine, que sume y que, alejada de las actuales propuestas que sólo nos ofrecen circo, aunque sin pan –porque ya está muy caro-, nos traigan una propuesta de desarrollo en todos los sectores del país, sin ofrecer seguir con políticas paternalistas, que sólo sirven para mantener perennemente viva una campaña política.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy deacuerdo en todo el contenido del artículo, pero no en su título que viene a ser tu conclusión. Estoy de acuerdo que la oferta electoral no es la más deseable; sin embargo, a los panameños no nos faltan opciones. La opción es participar en política y tratar de utilizar los medios que da el sistema para cambiar la realidad ya sea desde uno de los 8 partidos constituidos o buscando una nueva opción.
Hay que participar en política para poder entenderla. Los políticos no vienen de Marte ni de Venus; ellos no son más que el reflejo de la sociedad que los elige.
Lo que el país necesita es que más gente buena esté dispuesta a dar el ejemplo, sacrificarse y participar en la política; ya verás como así mejorarían mucho nuestras opciones.

Saludos
Rainier

Umar Al Sadik dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Umar Al Sadik dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Umar Al Sadik dijo...

Más que coincidir con tu valuativa y juiciosa entrega,me sumo a los miles de ciudadanos preocupados por la falta de un liderazgo que nos devuelva la confianza que nos han hecho perder, los actuales mercaderes de la política.
Da tristeza observar el repetitivo bombardeo subliminal de una publicidad a todas luces engañosa, repleta quijotescos libretos y burda retórica embustera.
--- Tal como dices... Esto es un circo.”sin pan”
Saludos.

Doris Hubbard-Castillo dijo...

Gracias por tomarse la molestia de entrar a mi blog, en donde ejerzo mi derecho a expresar mis opiniones, no con el ánimo de que nadie esté de acuerdo conmigo o que si no lo está cambie de opinión por lo que yo digo, sino para poner en ejercicio ese derecho sagrado de opinar y expresarnos que todos tenemos, sin estarme preocupando por si soy experta en los temas o no, o si hay espacio para mis artículos, o si le agrada al dueño del medio, o al que edita, o quien sea que tenga acceso a lo que escribo, sólo es mi opinión, simple y llana. Es un ejercicio interesante, bueno y hasta saludable, que espero que más personas practiquen dentro de un diálogo amplio y respeutoso, donde decir "estás equivocado (a)" no se vale, porque cada cual tiene su forma de pensar y todos debemos respetar esa independencia de pensamiento. Aquí sólo tiene validez decir "yo opino que ...".
Saludos cordiales,

Rafael Montes Gómez dijo...

Un analisis cualitativo y centrado que solo puede proceder de una mente de primer mundo, pero, lastimosamente viviendo en el tercer mundo... que vainilla que no hay tantas mentes brillantes como la suya. Excelente artículo